No hay nada
más fresquito
que un cambio.
¿Vienes a
conocerlo?
Nacimos con la idea de ser una cervecería con un local de 35 metros lleno de barriles, mesas altas y botas de vino. GRACIAS A TI y al recibimiento que recibimos todos estos años somos lo que somos hoy en día.
La Fresquita siempre ha sido señal de producto fresco de calidad y de cañas muy frías haciendo honor a Perea, padre de Jose y toda una vida ligada al sector.
Un local reformado con la idea de que ganes en comodidad, con más espacio, recibiendo a más comensales buscando ofrecerte un servicio más cuidado y mejor pero con la cercanía de siempre.
No cambian las formas, las ganas de crecer, la apuesta por el producto más fresco, el atún salvaje de almadraba Gadira y su tradición trimilenaria y no cambia el lugar; nuestra ZAHARA.
No cambian las formas, las ganas de crecer, la apuesta por el producto más fresco, el atún salvaje de almadraba Gadira y su tradición trimilenaria y no cambia el lugar; nuestra ZAHARA.
No hay nada
más fresquito
que un cambio.
Nacimos con la idea de ser una cervecería con un local de 35 metros lleno de barriles, mesas altas y botas de vino. GRACIAS A TI y al recibimiento que recibimos todos estos años somos lo que somos hoy en día.
La Fresquita siempre ha sido señal de producto fresco de calidad y de cañas muy frías haciendo honor a Perea, padre de Jose y toda una vida ligada al sector.
Un local reformado con la idea de que ganes en comodidad, con más espacio, recibiendo a más comensales buscando ofrecerte un servicio más cuidado y mejor pero con la cercanía de siempre.
No cambian las formas, las ganas de crecer, la apuesta por el producto más fresco, el atún salvaje de almadraba Gadira y su tradición trimilenaria y no cambia el lugar: nuestra ZAHARA.
No cambia esa idea primigenia que tomó vida en aquellos barriles, no cambia el sueño de Jose y Tamara de que te sientas como en tu propia casa.
No hay nada más fresquito
que un cambio.
Nacimos con la idea de ser una cervecería con un local de 35 metros lleno de barriles, mesas altas y botas de vino. GRACIAS A TI y al recibimiento que recibimos todos estos años somos lo que somos hoy en día.
La Fresquita siempre ha sido señal de producto fresco de calidad y de cañas muy frías haciendo honor a Perea, padre de Jose y toda una vida ligada al sector.
Un local reformado con la idea de que ganes en comodidad, con más espacio, recibiendo a más comensales buscando ofrecerte un servicio más cuidado y mejor pero con la cercanía de siempre.
No cambian las formas, las ganas de crecer, la apuesta por el producto más fresco, el atún salvaje de almadraba Gadira y su tradición trimilenaria y no cambia el lugar; nuestra ZAHARA.
No cambia esa idea primigenia que tomó vida en aquellos barriles, no cambia el sueño de Jose y Tamara de que te sientas como en tu propia casa.